Sesgo de polarización grupal

El sesgo de polarización grupal se refiere a nuestra tendencia de adoptar una posición más extrema de nuestras opiniones y actitudes iniciales cuando formamos parte de un grupo.

Las reuniones de trabajo pueden ser uno de los elementos que más tiempo y dinero hacen perder a las empresas. Muchas duran más de lo planificado y a veces incluso pasándonos de tiempo no terminan de ser productivas para nadie. 

Esto se debe al formato de las reuniones. Al querer llegar a conclusiones a través de un consenso grupal, la opinión generalizada del grupo influye en nuestra opinión personal inicial. En este ambiente, suele triunfar las opiniones más radicales y se pierden los matices que suelen ser claves para tomar una decisión informada.

Por ejemplo, imagina que uno de los miembros de la reunión propone varias ideas que son interesantes, pero tienen un riesgo muy alto. En el caso de que en la reunión, la mayoría de las personas sean propensas a tomar riesgos, se tomará una decisión en la que se podría omitir un análisis más profundo que podría evitar un posible contratiempo en el futuro. 

Siendo conscientes de este sesgo, se recomienda dar diferentes roles a cada miembro en la reunión para minimizar su impacto. Varias personas se posicionan a favor y otras en contra para poder generar un mayor número de diferentes puntos de vista. El moderador debe promover un debate cuyo objetivo es llegar a la mejor decisión posible a través de la exposición de datos y argumentos. De esta forma, más personas saldrán satisfechas de sus reuniones. 

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