Sesgo retrospectivo

El sesgo retrospectivo se refiere a nuestra tendencia a sobreestimar lo previsible que son ciertas situaciones después de que hayan ocurrido. 

Cuando hacemos memoria de un acontecimiento pasado, solemos recordar selectivamente la información que confirma lo que ya sabemos que es cierto para dar sentido a diferentes situaciones. 

En retrospectiva, es fácil entender el cómo o por qué ocurrió cierta situación, pero podemos confundir esta facilidad para acceder a esta información con la certeza de que solo existía la posibilidad que sucedió finalmente, descartando el resto de opciones que había al inicio.

Si echamos la vista atrás a decisiones pasadas y llegamos a la conclusión de que conocíamos las consecuencias en su momento, cuando realmente no, entonces estamos sobreestimando nuestra capacidad de predecir las implicaciones de nuestras decisiones. 

Para reducir el impacto de este sesgo, podemos crear un registro de predicciones. Cuando llegue el tiempo de revisar nuestras predicciones, tendremos explícitamente nuestras sensaciones en el pasado y probablemente veremos que algunas de nuestras predicciones no fueron correctas. 

Este ejercicio nos puede ayudar a evitar tener un exceso de confianza que puede influir negativamente en nuestra toma de decisiones. Para tomar buenas decisiones, debemos evaluar de forma realista las consecuencias de una situación. Además, si creemos que ya sabíamos algo desde el principio, es poco probable que reflexionemos sobre ello, por lo que este sesgo puede impedirnos aprender de nuestras experiencias.

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