Regla Peak-End

La regla Peak-End se refiere a la tendencia de recordar un recuerdo o juzgar una experiencia en función de cómo nos sentimos en los momentos más intensos y en el final de la misma. 

Los momentos que más intensos emocionalmente vivimos son los más memorables. Y el final de cualquier experiencia es uno de esos momentos más memorables debido al sesgo de recencia que hace que recordemos más fácilmente algo que ha ocurrido al final de la experiencia. 

Esta regla puede distorsionar nuestra percepción de eventos pasados. Cuando somos conscientes de este sesgo cognitivo, podemos usarlo para nuestro beneficio. Por ejemplo, cuando recibimos feedback por parte de nuestro líder, si la evaluación termina de forma positiva, nuestra percepción de la experiencia será más positiva y no recordaremos con tanta claridad los momentos más incómodos de la experiencia. 

Otra aplicación sería cuando tenemos una mala experiencia a lo largo del día, si nos damos recompensa por la noche, aumentaremos la probabilidad de crear un recuerdo más positivo del día. Al crear un recuerdo en el que damos más valor al final (positivo) de la experiencia que la experiencia completa (negativo), mejorará nuestro bienestar.

Gracias a este sesgo, podemos manipular nuestros recuerdos para centrar nuestra atención en los momentos positivos en lugar de los negativos. 

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