Efecto Halo

El efecto halo describe cómo cuando percibimos un rasgo positivo de una persona, nuestro juicio sobre esa persona se verá influenciado positivamente cuando se valoren otros aspectos.

Este sesgo cognitivo se produce porque nuestra percepción sigue un proceso constructivo. Cuando formamos impresiones de los demás, no nos basamos únicamente en información objetiva, sino que construimos una imagen que encaje con lo que ya conocemos. Por ello, juzgar las características de una persona sin sesgos es tan complicado.

La percepción de una cualidad conduce a juicios sesgados de otras cualidades. Por ejemplo, si pensamos que un candidato es muy bueno comunicando sus ideas durante la entrevista, este sesgo nos llevará a la conclusión de que también será bueno realizando las tareas del puesto ofertado. Por ello, debemos ser conscientes de este sesgo para evitar contratar a candidatos que no son competentes para tu empresa. 

Cuando creamos un proceso de selección en el que se evalúa a los diferentes candidatos desde diferentes ángulos, tenemos más probabilidades de determinar el nivel real de sus habilidades y conocimientos. También, usar el mismo proceso para todos los candidatos, hace que el proceso de evaluación sea más justo. De esta manera, evitaremos rechazar a los futuros talentos de tu organización.

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