- 19
- Abr
La importancia de la humildad intelectual
¿Te consideras una persona que tiene un rendimiento superior a la media en tu trabajo? Tu respuesta seguramente sea que sí, pero si pregunto al resto de tus compañeros, entre el 60-70% dirán que ellos también consideran que su rendimiento está por encima de la media.
Matemáticamente, sólo el 50% debería indicar que su rendimiento está por encima de la media. Esto demuestra nuestra tendencia a sobreestimar lo que pensamos que sabemos.
Cultivar la humildad intelectual significa tener la mente abierta a la posibilidad de que podemos estar equivocados para poder aprender de los demás cuando nos presentan mejores ideas o formas de gestionar una situación. Cuando llegamos a una conclusión, nos resulta muy difícil ver las cosas de otra manera. Por ello, el desarrollo de esta habilidad requiere de reconocer los límites de nuestro intelecto y ser conscientes de nuestros puntos ciegos.
De esta forma, evitaremos tener un exceso de confianza en nuestra percepción sobre las cosas y nos será más fácil admitir que no hemos equivocado. También, estaremos más abiertos a escuchar opiniones que contradigan nuestra perspectiva, lo que nos puede ayudar a acercarnos más a la verdad o encontrar una mejor solución a un problema.
La realidad de cada persona es una interpretación de su experiencia. Si prestamos atención al feedback que recibimos día a día, podemos descubrir áreas en las que necesitamos reflexionar y ser curiosos para ser mejores.
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