Pensamiento de grupo

¿Alguna vez has pensado en expresar tu opinión en una reunión y decidiste no hacerlo porque no querías crear un conflicto con otras ideas ya propuestas por el equipo?

Si es así, probablemente hayas sido víctima del «pensamiento de grupo».

Piensa en la última vez que trabajaste en un equipo. Imagina que alguien propone una idea que te parece bastante pobre.

Sin embargo, todos los demás miembros del equipo están de acuerdo con la persona que propuso la idea y empezar a trabajar. ¿Expresas tu opinión o te limitas a seguir la opinión de la mayoría?

En muchos casos, las personas acaban no expresando su opinión, cuando temen que sus objeciones puedan alterar la armonía del grupo o sospechan que sus ideas van a ser rechazadas por el grupo.

El pensamiento de grupo se produce cuando las personas se esfuerzan por alcanzar el consenso en un grupo. Para conseguirlo, las personas suprimen sus propias opiniones o adoptan la opinión del resto del grupo para no alterar la armonía del grupo.

Este fenómeno puede hacer que los miembros del equipo pasen por alto posibles problemas, en busca de mantener la armonía en el grupo. Si no se promueve el pensamiento crítico, muchas personas permanecerán en silencio y no sugerirán mejores alternativas.

Un equipo puede ser mucho más eficaz que la suma de sus individuos. Si creas un ambiente de trabajo en grupo saludable, puedes ayudar a que el grupo tome mejores decisiones. El primer paso para mitigar el pensamiento de grupo es reconocer el hecho de que nos afecta de manera inconsciente.

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