¿Qué pesa más lenguaje positivo o negativo?

Es injusto, pero es así, es el sesgo de la negatividad.

En un estudio se solicitó a los probados que leyeran un texto de una conversación de dos personas sobre las experiencias en relación a los restaurantes.

Ahí se dieron cuenta que cuando se utilizaba la expresión “la comida estaba buena” o la “comida estaba mala” la manera de calificar la intensidad cambiaba. Era más intensa en cuanto que se utilizaba la expresión “estaba mala”. Y lo mismo sucedía entre pares de adjetivos “listo” /“tonto”.

Aunque si nos ponemos intensos en lo positivo, lo negativo se va mitigando, y la intensidad es mayor con un “muy bueno”, “buenísimo” etc..

Lo que está claro es que cuando nos relacionamos normalmente utilizamos el lenguaje positivo. De ahí que pierda su intensidad, dándolo por hecho, por normal.

¿A qué conclusión llegas, por ejemplo, cuando hay que aportar un feedback?