- 15
- Jun
Selección en la empresa y en la vida…
Mucha gente selecciona, con o sin experiencia, con o sin formación al respecto. La realidad nos dice que son muchas las ocasiones en las que el proceso fracasa.
¿Qué nos pasa cuando conocemos a alguien?
El cerebro decide reaccionar, y se pregunta: ¿reconocemos la cara como una amenaza? ¿Nos gusta?
Si no nos dice nada, nos mantendremos precavidos, pero si tenemos la sensación de que se parece algo a nosotros enseguida empezamos a relajarnos y lo vemos como un aliado.
A esto los científicos lo llaman el “grupo afín”. Si alguien pertenece a nuestro grupo afín, como dicen los científicos, tendremos más posibilidades de sentir empatía por su dolor o de sentir alegría por sus éxitos, y somos generosos y atentos.
Igual que cuando pensamos en una persona parecida a nosotros la actividad neuronal es muy parecida a la observada cuando estamos pensando en nosotros mismos, como se ha sugerido en los escáneres cerebrales.
Esto tiene un impacto real en el mundo laboral y específicamente en el área de selección.
Un estudio se centró en examinar las similitudes culturales entre empleadores y candidatos, y la importancia que tienen para la decisión de contratación.
Llegando a la conclusión de que la contratación es un proceso que va más allá de la clasificación de habilidades, que busca candidatos competentes, sino que culturalmente fueran parecidos o similares en actividades sencillas como ocio, experiencia, estilo de presentación…es decir estilos de vida.
Esto tienen mucho impacto. El estudio dice que el 74 % de los directores de recursos humanos de empresas prestigiosas decían que su contratación más reciente tenía una “personalidad similar a la mía”. ¿Y cómo habían llegado a la conclusión? simplemente porque compartían pasatiempos sencillos, y corrientes….
Por tanto, tenemos de nuevo un arma muy valiosa, y es descubrir pequeñas cosas en común, en intereses, gustos, objetivo o incluso miedos.
Podemos por ejemplo preguntar para conocer cosas que nos sintonicen, o bien hacer hincapié en un propósito común. ¿Qué te importa más de esto? O bien hablar sobre una queja común, no de la empresa, sino del tráfico, o del tiempo, algo que no tenga relevancia y nos haga posicionarnos en un estado negativo. O hacer eco de las palabras de la otra persona. Sentirá que estás en la misma onda, y que muestras que escuchas de verdad.
Sabiendo que es así ¿ Cómo te planteas la siguiente entrevista?
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