Apostando por la razón, se nos olvida…

Las emoción es parte de nosotros desde que nacemos, nos permite reaccionar ante el mundo, sin pensar.

Las emociones se presentan de diferentes formas, las emociones primarias, rabia, miedo…o las sociales, compasión, orgullo….

Entonces ¿las aprendemos? No, están con nosotros desde que nacemos, no las aprendemos. Lo que aprendemos es a asociarlas con aquello que nos va sucediendo en la vida, eventos, objetos, relaciones con personas…., pero ellas ya están ahí.

Cuando la emoción se traslada en acción es cuando aparece el sentimiento, que es consecuencia de la emoción, de la percepción, del estado…  

Por tanto las emociones no nacen, sino que son parte de nuestro sistema automatizado. Permiten que reaccionemos de manera inmediata, como cuando vamos por un callejón oscuro y una persona sale de una esquina, no pensamos reaccionamos. 

Aunque no son sencillas forman parte de un mecanismo complejo de recompensas, motivaciones, y estímulos. 

Lo que es importante es que las emociones preceden a la razón. Las emociones positivas nos proveen de energía, vitalidad, creatividad,  pero si nos domina el pánico, la respuesta será muy negativa. 

Cuando entendemos los hechos y las emociones somos capaces de tomar mejores decisiones. La razón, y la emoción no son enemigos, sino complementarios. 

Debemos atender a las emociones en nuestra vida y en nuestra empresa. 

Si tienen alguna pregunta o duda  dirígete a raquelruiz@retate.es